¿Qué hago yo con 45 años cambiando de profesión?
Y yo te pregunto, ¿qué haces tú con 45 años cambiando de profesión? Probablemente estas son las respuestas que te salten inconscientemente: “Me ha pasado media vida. Nunca ha llegado mi hora. No me han valorado lo suficiente. Tengo una idea muy buena y no me atrevo” ¿te suena?
La mayoría de mis clientes son personas increíblemente potentes, con carreras brillantes y más de 20 años de experiencia en empresas de primer nivel. Pero cuando se plantean hacer aquello que realmente desean, ir a por más, saltan las alarmas de la confianza y todo su mundo empieza a temblar. Escucha, ¡está bien que tiemble! Eso significa que tu ambición sigue viva.
Si estás decidido a hacer el cambio, pese a que quieras mucho a la familia y amigos, es bastante habitual que proyecten sus propios miedos en tí. Y si los sumamos a los que tú ya tienes, puede convertirse en el bloqueo perfecto: “Pero, ¿qué vas a hacer?, ¡quédate en tu empresa y jubílate allí! o ¿estás loc@?”. Sin embargo y agradeciendo mucho “el apoyo al miedo” que proyectan, es interesante que vuelvas la atención a tí.
Para y observa. El mundo ha vuelto a cambiar, todo lo que entendíamos que podía ser estable y duradero, se ha transformado. Pero si te escuchas bien, tu idea de lo que podrías ofrecer al mundo sigue contigo. Atiéndela antes de que se quede afónica. Porque, ¿te has parado a pensar cuánto vale tu experiencia o tu formación? Te avanzo que si conviertes tu experiencia en euros, probablemente serías millonario.
Permítete la oportunidad de utilizar todo tu background para hacer algo que realmente te apasiona. Para ello es importante que conozcas tanto tus límites, como tus motivaciones y para eso estoy aquí. ¿No estás cansad@ de trabajar para una empresa que ni te ve, ni te valora lo suficiente? Te lo debes, es el momento de dedicar tu talento, energía y ambición hacia ti mism@.
Durante este camino, te garantizo que vas a enfrentarte a tu mayor enemigo ¡tú! Y es un proceso realmente precioso, porque sólo reconociendo tu debilidad conocerás a tu fortaleza, sólo mirando al miedo de frente podrás ser valiente y gracias a tus dudas, recogerás tu propia certeza.
Y tu certeza, como la de todas las personas a las que he acompañado es que ¡no es tarde! No dejes que se marchite tu idea y ofrécete la oportunidad de volver a florecer profesionalmente. Te acompaño en la puesta en marcha de tu Plan B ¿hablamos?
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